Siempre me han dicho que todo lo que está prohibido, es una horrible tentación. Nunca lo había creído, pero lo estoy comprobando. Supongo, que antes no era consciente de lo que tenía o no prohibido, pero todos vamos creciendo, y aprendemos a leer los carteles de propiedad privada. Digamos, que cuando tu has puesto el cartel, pues no te interesa mucho, pero cuando alguien entra y pone su cartel, te vuelves loca. Ahora que lo tengo prohibido, lo quiero tener mas que nunca. Porque lo peor que pueden hacer para que yo no haga algo, es prohibírmelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario